DE UN ‘MAESTRO’ PARA UN ‘TITÁN’
Vale la pena leer la columna que le dedicó Roberto Perfumo, un maestro del fútbol, al “Titán” Martín Palermo, salió publicada hoy en “La Cajita Feliz” (OLÉ, la columna del Mariscal debe ser de las pocas cosas coherentes que publican); se titula “La voluntad es no tener muletas en la mente” y aquí van los párrafos principales:
“Es de los que, ante la casa quemada, ya piensan en hacer otra. Optimista también de la vida, mejor que nadie imagine a Palermo fuera de la cancha.”
“Martín de los milagros seguramente sorteará este nuevo obstáculo que se interpone a sus ambiciones. La mayor es la de seguir siendo jugador. Luego, la de ganar títulos. Y después, si se da, batirle el récord de goles a quien sea: Severino Varela, Erico o Angelito Labruna.”
“Es un optimista de la vida, no sólo del gol como lo definió Bianchi. Y ante la peor adversidad, estos tipos reaccionan de una forma que los distingue como ganadores. Después de una catástrofe, lo primero en que piensan es en la reparación. No lamentan la pérdida. Se les quema la casa y planean cómo hacer una nueva. Les hacen un gol y salen enseguida a meter otro. Se lesionan y exigen una operación mañana mismo. Sólo piensan en el día del regreso. Así es el hombre capaz de construirse a sí mismo, de reinventarse. Palermo ya lo demostró muchas veces. Si no hubiera antepuesto ese pensamiento de reparación por sobre los que hacen del hombre un perdedor, no sería él.”
“La imagen más impresionante que tengo del ‘Martín de los milagros’ es la de la noche del partido contra River por la Libertadores. Estaba en recuperación y entró, para sorpresa de todos y entre algunas risas en el banco de suplentes. Que Bianchi lo mandara a la cancha provocó un murmullo general. Y el impacto en los pibes de River fue letal. Metió un gol a la velocidad de una tortuga, con los rivales mirando azorados. Entre otras desgracias, volvió después de romperse en la cancha de Colón y también luego de fracturarse la tibia al chocar contra un muro en el campo del Villarreal.”
“Volvió, reitero, por elegir la reparación y no el llanto ante la mala suerte. Hoy el ambiente del fútbol está apenado; por lo que le pasó y por lo que vendrá: ‘Esto sería el final’. Se equivocan, Martín seguirá siendo jugador. Y seguirá, como el último domingo, aplaudiendo a los pibes que, lógico, un día ocuparán su lugar. Porque es buen compañero y, sobre todo, un gran tipo. Volverás y serás... el que hizo más goles en la historia boquense. Dale.”
Enormes palabras de uno que estuvo adentro y sabe bien de que se trata y que se siente, tan solo me queda sumarme al deseo final del “Mariscal”:
Vale la pena leer la columna que le dedicó Roberto Perfumo, un maestro del fútbol, al “Titán” Martín Palermo, salió publicada hoy en “La Cajita Feliz” (OLÉ, la columna del Mariscal debe ser de las pocas cosas coherentes que publican); se titula “La voluntad es no tener muletas en la mente” y aquí van los párrafos principales:
“Es de los que, ante la casa quemada, ya piensan en hacer otra. Optimista también de la vida, mejor que nadie imagine a Palermo fuera de la cancha.”
“Martín de los milagros seguramente sorteará este nuevo obstáculo que se interpone a sus ambiciones. La mayor es la de seguir siendo jugador. Luego, la de ganar títulos. Y después, si se da, batirle el récord de goles a quien sea: Severino Varela, Erico o Angelito Labruna.”
“Es un optimista de la vida, no sólo del gol como lo definió Bianchi. Y ante la peor adversidad, estos tipos reaccionan de una forma que los distingue como ganadores. Después de una catástrofe, lo primero en que piensan es en la reparación. No lamentan la pérdida. Se les quema la casa y planean cómo hacer una nueva. Les hacen un gol y salen enseguida a meter otro. Se lesionan y exigen una operación mañana mismo. Sólo piensan en el día del regreso. Así es el hombre capaz de construirse a sí mismo, de reinventarse. Palermo ya lo demostró muchas veces. Si no hubiera antepuesto ese pensamiento de reparación por sobre los que hacen del hombre un perdedor, no sería él.”
“La imagen más impresionante que tengo del ‘Martín de los milagros’ es la de la noche del partido contra River por la Libertadores. Estaba en recuperación y entró, para sorpresa de todos y entre algunas risas en el banco de suplentes. Que Bianchi lo mandara a la cancha provocó un murmullo general. Y el impacto en los pibes de River fue letal. Metió un gol a la velocidad de una tortuga, con los rivales mirando azorados. Entre otras desgracias, volvió después de romperse en la cancha de Colón y también luego de fracturarse la tibia al chocar contra un muro en el campo del Villarreal.”
“Volvió, reitero, por elegir la reparación y no el llanto ante la mala suerte. Hoy el ambiente del fútbol está apenado; por lo que le pasó y por lo que vendrá: ‘Esto sería el final’. Se equivocan, Martín seguirá siendo jugador. Y seguirá, como el último domingo, aplaudiendo a los pibes que, lógico, un día ocuparán su lugar. Porque es buen compañero y, sobre todo, un gran tipo. Volverás y serás... el que hizo más goles en la historia boquense. Dale.”
Enormes palabras de uno que estuvo adentro y sabe bien de que se trata y que se siente, tan solo me queda sumarme al deseo final del “Mariscal”:
.........QUE VUELVA Y
...QUE SEA EL MÁS GRANDE
.....GOLEADOR ‘XENEIZE’ !!!
porque se lo merece y se lo ganó.
Un saludo cordial,
HORACE de la BOCA
Un saludo cordial,
HORACE de la BOCA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario