sábado, junio 14, 2008


UNA HISTORIA DE VIDA
(la del “trinche” Carlovich)

Y también es una “historia debida”, sí: porque a este hombre que hizo la mayor parte de su campaña allá por los 70’ en equipos de la “C” y de la “B”, principalmente en Central Córdoba de Rosario, le “debía” un reconocimiento porque hace bastante tiempo que tenía en mente escribir sobre él, y ahora el receso por el fin del Clausura me ayudó a encontrar el momento para hacerlo, porque estoy convencido de que es una historia que merece conocerse. Los que lo vieron se atreven a decir que fue mejor que Maradona, “mamma mía”, pavada de comparación, pero él fue uno de los tantos que descollaron en una época “pre-histórica” del fútbol, donde no había TV en directo ni codificada ni multimedios, tampoco pasquines insolentes como OLÉ, en esa época se trascendía por “el boca a boca” y cuando “te batían” que en tal equipo había uno “que la rompía” era la pura verdad, no había intereses de por medio como existen hoy donde a ciertos jugadores se los califica por su “chapa” y no por lo que rinden en el campo de juego, y este hombre es una leyenda para los equipos donde jugó, y quien sabe que hubiera sido de su vida profesional sí hubiera nacido 20 años después.

Para poder mensurar su historia podemos hacer una analogía con el conjunto de rock “Los Redonditos de Ricota”, porque no son masivos ni marketineros pero cuando se deciden a hacer un recital todo el mundo se conmociona, y a pesar de que no tienen nada que ver con las grandes bandas como “los Rolling” o como “Maná” o como “Soda Stereo”, todo el mundo habla de ellos, y así pasó con Tomás Felipe Carlovich, casi un jugador “de culto” (especialmente para los rosarinos), y debe haber sido muy bueno porque trascendió las fronteras de su divisional y del “status” de un equipo modesto de la 3ª división del fútbol argentino.

A continuación les hago un resumen del contenido de una nota que le hizo la revista Viva de Clarín y que lo pinta tal como fue:
“Tomás Felipe Carlovich, alias el Trinche, pudo ser un Maradona antes que Maradona. Era un cinco zurdo de una habilidad muy pocas veces vista. Era experto, por ejem­plo, en tirar caños de ida y vuelta. Es decir, que por un efecto especial que le daba a la pelota, la víctima -azorada- veía cómo la pelota le pasaba entre las piernas de ida y de vuelta. Tenía la gambeta corta, má­gica e impredecible, muy parecida a la de Diego -aunque era alto-“

“También era experto en dobles sombreros: se sa­caba de encima a su marcador pasándole la pelota por arriba de su cabeza, pero a veces volvía sobre sus pasos y repetía la escena, por las dudas, a ver si al hincha lo ha­bía tapado el vendedor de garrapi­ñadas. Es que cuando el Trinche la agarraba no volaba una mosca y todos se paraban para ver. Y él que­ría divertirse con la gente. Si has­ta se sentaba arriba de la pelota cuando el equipo contrario era muy defensivo y no salía a atacar.”

“E1 Trinche tuvo su día de glo­ria que Rosario no va a olvidar ja­más. Muchos dicen que se trató de la fiesta inolvidable, irrepetible e increíble, de ver a las hinchadas de Newell's y de Rosario Central can­tando unidas y eufóricas. El mila­gro ocurrió el 17 de abril de 1974. La Selección Argentina que co­mandaba Vladislao Cap se prepa­raba para el Mundial de Alemania y no tuvieron mejor idea que armar un amistoso en la cancha de "Ñuls" ante un combinado rosarino. El pri­mer tiempo terminó 3 a O para los locales tras un baile, claro, históri­co. El ganador estaba conformado por cinco jugadores de Newel1's, cin­co de Rosario Central y el Trinche Carlovich, que jugaba en la B para su adorado Central Córdoba. y el Trinche las hizo todas, fue la gran figura y a los 15 del segundo tiem­po lo reemplazaron: Cap, el técni­co de Argentina, había ido a pedir, por favor, que sacaran al cinco. Algunos hasta se pusieron a llorar en la tribuna porque querían seguir viéndolo, y otros insultaban porque se les frustraba el sueño de hacer­les media docena a los "agranda­dos" que venían de Buenos Aires. Con el correr de los minutos, la mitad de las tribunas repletas se va­ciaron. Sin el Trinche no era lo mis­mo. El diario La Tribuna, de Rosario, tituló: “Con Carlovich es un precio, sin Carlovich es otro". El partido terminó en un más honro­so 1-3 para la Selección Nacional.”

“Casi todas sus hazañas fueron contadas de bo­ca en boca porque la mayor parte de su carrera la hizo en Central Córdoba, cuando “los charrúas -co­mo llaman a los de este club del ba­rrio rosarino de La Tablada- mili­taban en Primera C, la tercera ca­tegoría, entonces, del fútbol argentino. Y no hay registros fílmi­cos.”

“Dijo Maradona cuando llegó a Rosario a jugar para Newell's: Dicen que llegó el mejor, pero hay uno que es de acá y fue mejor que yo, un tal Carlovich.”

“El Trinche jugó sólo cuatro parti­dos en Primera: uno en Central y tres en Colón. También jugó en la liga mendocina para Independiente Rivadavia, y en mil equipos de ba­rrios y pueblos de Rosario y sus alrededores”.

Estos son un par de comentarios que leí de los tantos que se escribieron sobre este personaje del fútbol argentino:
“Es Tomás Carlovich un hombre de mil anécdotas y una sola duda, tan gigante como la leyenda misma que forjó en épocas donde la televisión no había llegado a la B y las historias se certificaban a viva vista: ¿pudo haber sido el mejor futbolista argentino de todos los tiempos? Los rosarinos ni lo dudan, aún habiendo tenido a Maradona jugando en la ciudad con Newell’s. Para José Pekerman, “fue el futbolista más maravilloso que vi en mi vida”.

“Tal vez el mayor reconocimiento público que tuvo el Trinche por ese partido, fue un parrafito en El Gráfico de ese mes titulado “Un tal Carlovich”, que recogía un testimonio de Carlos Timoteo Griguol (entrenador del combinado rosarino junto al DT de Newell’s Juan Carlos Montes): “es un fenómeno de jugador, pero no le gusta el sacrificio, por eso no triunfó. Jugaba conmigo en Central y prefería irse de caza o de pesca. ¡Qué lástima!”.

“En resumen, su campaña con la camiseta charrúa la hizo en cuatro etapas, a saber: 1972 a 1974, 1978, 1980 al ’83 y 1986, total 9 temporadas y 236 partidos jugados, con 28 goles convertidos. El Trinche, un grande a la altura de los grandes. Un ídolo indiscutido y un orgullo para todo el barrio Tablada.”

Realmente acabo de releer esta nota y me siento muy satisfecho de su contenido, cosa que no me sucede siempre, creo que era una historia para ser contada: UNA HISTORIA DE VIDA Y DEBIDA !!!, espero que a Uds. les guste igual que a mí.

Un saludo cordial y MUY BUEN FIN DE SEMANA,

y QUE GANE ARGENTINA !!!!

HORACE de la BOCA

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